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2 de julio de 2012

VI. Sí ¿quiénes somos?

Según el último Censo Nacional de 2011, somos un total de 27.150.097 venezolanos, pero desde el domingo 24 de junio del presente año, la máxima autoridad política del país, desnacionalizó a la mitad de los venezolanos, cuando expresó "quien no es chavista no es venezolano". A esta afirmación le han respondido bastante a través de los medios de comunicación social (la MUD, Teodoro PetkoffLaureano MárquezPaciano Padrón, como algunos ejemplos). Pero, ¿el presidente proyecta con esa expresión lo más oscuro de nuestra definición o la sombra, como señala la teoría analítica de Jung? Yo creo que en algunos aspectos si, me explico:

  1. El presidente está en el papel perfecto de Tío Conejo (pícaro) manipulando con la identidad nacional porque le ha dado resultado antes, pero en especial a aquellas personas que son muy dogmáticas y piensan que el proceso correcto para el país es la propuesta del presidente, suelen ser personas con un nivel educativo aceptable a alto, con capacidad de comprensión, que se excusan con la "soberanía" para expresar su esencia autoritaria, para ejercer su necesidad de poder a través del líder.
  2. Las personas más vulnerables a la manipulación de los políticos y figuras de autoridad, suelen ser personas con bajo nivel educativo y un débil sistema de valores, que pueden presentar problemas para hacerse valer por sí mismo y aceptan cualquier cosa que le den, total es gratis. Siempre temen perder al proveedor, al que les resuelve, al mismo que le conviene la existencia de necesitados para mantenerse en el poder. Estas personas vulnerables suelen carecer de información sobre cómo funcionan los regímenes democráticos y los autocráticos y sobre todo tienen deficiencias en comprender cómo le afectan directamente las acciones ejecutadas por cada uno de éstos sistemas, viven el día a día "Como vaya viniendo vamos viendo" y reflejan características de inmediatez, de falta de planificación, de bajo nivel de motivación de logro y de locus de control externo
  3. Sin embargo, la sombra más terrible presente en la afirmación, y la que me hace entristecer mucho, es la negación del otro, de ese otro que tiene tantos deberes y derechos como todos los demás. Por lo que he estado revisando en mi indagación sobre quiénes somos, he constatado que las diferencias sociales importantes en el país han radicado en la discriminación social, pero no he observado un proceso donde se exalte tanto el odio, como fuerza para la separación y negación de una nación, como en este momento.

26 de junio de 2011

V. Autoestima (Parte I)

Parte V


4. Autoestima (Primera parte)

La autoestima es entendida como una alta valoración a nosotros mismos, o el amor que nos profesamos, pero no sólo se concentra en la visión egoísta del sí mismo, sino que se completa cuando tenemos plena conciencia del otro, del vecino, la comunidad, el país, el planeta. En otras palabras, "el diálogo trascendental entre yo y el otro", como dice Manuel Barroso (2007, p. xxi).
Los venezolanos creemos que tenemos la autoestima "altísima" porque gastamos parte de nuestro presupuesto en productos de belleza y ropa, además nos gusta lucir "pepitos" (lindos, arreglados, perfumados y pulcros), nos gusta aparentar que tenemos, e inclusive nos desvivimos porque digan que somos chéveres, es tan importante para nosotros lo que opinen los demás, recuerden que tenemos un locus de control externo, que respondemos una encuesta sobre prosperidad y bienestar (calidad de vida), y obtenemos los resultados que nos ubica en el sexto país con mayor prosperidad del mundo (Encuesta de Gallup, publicada en abril de este año, y fue hecha en un total de 124 países). 
Claro, estos resultados hay que mirarlos más de cerca, para determinar las variables que pudieron intervenir en los resultados: 
Seré vendedora ambulante, pero jamás perderé el "glamour" (Cota Mil, Caracas)
  • "Esa empresa no es seria", fue lo primero que oí. Lo es, es una transnacional que tiene un historial que lo demuestra.
  • ¿A quiénes entrevistaron? Es otra de las preguntas que saltan a la palestra, bueno, la verdad es que en la muestra podrían sesgar los resultados, pero estoy segura de que por ser una empresa seria, tomaron una muestra representativa.
  • Lo que me llevó a preguntarme, ¿los encuestados comprendieron lo que les estaban preguntando? ¿Las preguntas estaban redactadas de manera tal que las diferencias culturales no nos afectaran? Para responderme estas preguntas, busqué y busqué, pero los datos que encontré más aproximados fueron los resultados presentados por Gallup, con los que pude constatar, no las preguntas, sino las respuestas presentadas en una escala con tres opciones: a) Próspero, b) Luchando y c) Sufriendo. E inmediatamente pensé, ¿será que nos da pena decir que estamos luchando, o peor aún, sufriendo? Con esa variable de locus de control externo pesando sobre nosotros, pues tal vez, esa sea la respuesta. Por otro lado, ¿será que respondimos desde lo que deseamos y no desde la realidad palpable? ¿será que no nos tomamos en serio la encuesta? 
Estos resultados nos dejan más preguntas que respuestas, y deja en evidencia que somos bastante contradictorios. Me inclino a que una de las razones de peso es que nos importa mucho el qué dirán, o como dice una amiga "podré perder hasta el trabajo, pero jamás el glamour". 
    ¿No les parece que los datos arrojados por esta encuesta podrían estar apuntando a que nos valoramos tan bajo, creemos que tenemos tan poco valor, que nos conformamos con los pobres resultados que han generado los gobernantes de turno? Los espero en la próxima entrega.

    Bibliografía:
    Barroso, Manuel (2007) Autoestima del Venezolano. Democracia o Marginalidad (2da. edición). Galac: Caracas.




    1 de abril de 2011

    IV. Internalidad-Externalidad

    Parte IV.

    Continuando con la discusión comenzada a finales del año pasado, paso a exponer sobre el tercer punto que nos refleja quienes somos: el locus de control. Antes revisamos la motivación de logro, la motivación de poder y la motivación de afiliación típicas del venezolano. Más atrás abrimos con el Condicionamiento Operante y la posibilidad que nos brinda para explicar algunas conductas adquiridas:

    3. Locus de Control (LC)
    Locus es una palabra latina que significa lugar, y con esta expresión nos referimos al sitio donde percibimos que recae el control (poder). Este locus tiene dos maneras de manifestarse en las personas, los que centran los estímulos motivacionales en su interior (LC Interno) y los que se centran en los sucesos que provienen del exterior (LC Externo). 

    El venezolano, como lo han expresado muchos especialistas (psicólogos, historiadores, psiquiatras, sociólogos...) se caracteriza por tener un LC Externo, es decir que somos los receptores de las consecuencias de eventos o estímulos motivacionales externos, usualmente desafortunados, excusas como "llegué tarde por culpa de la lluvia", "había retraso en el metro", "no tengo dinero para sacar las copias y poder leer el material", "la cola (fila) del comedor estaba muy larga", "tengo mala suerte y por eso salí mal en el examen", "vivo muy lejos", "le caigo mal al profesor", entre muchas otras, son típicas excusas que encontramos en nuestros estudiantes. Siempre la culpa está afuera, parecería que el otro existiera sólo para ser el responsable de mis males. La incapacidad de vernos para poder comprender y aceptar que somos responsables por "llegar tarde", "salir mal en los exámenes" o "no cumplir con los deberes estudiantiles", es insólita. Tenemos tan arraigado culturalmente este comportamiento que no nos damos cuenta de que somos culpables e irresponsables, a pesar de que nos lo señalen, tanto es así que nuestra frase para indicar la obtención de una mala calificación es "me rasparon".


    Necesitamos que nos motiven, corrijan, guíen, desde afuera, es decir, necesitamos al otro para que nos organice la vida: el jefe, el profesor, la pareja, los amigos, los hermanos, el policía, el consejero de la radio, el político, el presidente, el horóscopo o las cartas... Necesitamos del otro para echarle la culpa, pero a su vez el otro ejerce un control sobre nosotros que no estamos dispuestos a reconocer, es decir, determina nuestro destino y además lo necesitamos para que nos motive...
    Relacionando un poco este tema con los puntos discutidos anteriormente, la motivación al logro está relacionada directamente con el locus de control interno, es decir las personas con alta motivación al logro son personas con seguridad, empuje, perseverancia y confianza  para lograr sus metas, por otra parte, las que tienen baja motivación al logro, son las personas que carecen de automotivación, personas con locus de control externo.

    ¿Cómo podríamos hacer que el venezolano se caracterice por tener un locus de control interno en vez del externo? A ver que se les ocurre...