1 de abril de 2011

IV. Internalidad-Externalidad

Parte IV.

Continuando con la discusión comenzada a finales del año pasado, paso a exponer sobre el tercer punto que nos refleja quienes somos: el locus de control. Antes revisamos la motivación de logro, la motivación de poder y la motivación de afiliación típicas del venezolano. Más atrás abrimos con el Condicionamiento Operante y la posibilidad que nos brinda para explicar algunas conductas adquiridas:

3. Locus de Control (LC)
Locus es una palabra latina que significa lugar, y con esta expresión nos referimos al sitio donde percibimos que recae el control (poder). Este locus tiene dos maneras de manifestarse en las personas, los que centran los estímulos motivacionales en su interior (LC Interno) y los que se centran en los sucesos que provienen del exterior (LC Externo). 

El venezolano, como lo han expresado muchos especialistas (psicólogos, historiadores, psiquiatras, sociólogos...) se caracteriza por tener un LC Externo, es decir que somos los receptores de las consecuencias de eventos o estímulos motivacionales externos, usualmente desafortunados, excusas como "llegué tarde por culpa de la lluvia", "había retraso en el metro", "no tengo dinero para sacar las copias y poder leer el material", "la cola (fila) del comedor estaba muy larga", "tengo mala suerte y por eso salí mal en el examen", "vivo muy lejos", "le caigo mal al profesor", entre muchas otras, son típicas excusas que encontramos en nuestros estudiantes. Siempre la culpa está afuera, parecería que el otro existiera sólo para ser el responsable de mis males. La incapacidad de vernos para poder comprender y aceptar que somos responsables por "llegar tarde", "salir mal en los exámenes" o "no cumplir con los deberes estudiantiles", es insólita. Tenemos tan arraigado culturalmente este comportamiento que no nos damos cuenta de que somos culpables e irresponsables, a pesar de que nos lo señalen, tanto es así que nuestra frase para indicar la obtención de una mala calificación es "me rasparon".


Necesitamos que nos motiven, corrijan, guíen, desde afuera, es decir, necesitamos al otro para que nos organice la vida: el jefe, el profesor, la pareja, los amigos, los hermanos, el policía, el consejero de la radio, el político, el presidente, el horóscopo o las cartas... Necesitamos del otro para echarle la culpa, pero a su vez el otro ejerce un control sobre nosotros que no estamos dispuestos a reconocer, es decir, determina nuestro destino y además lo necesitamos para que nos motive...
Relacionando un poco este tema con los puntos discutidos anteriormente, la motivación al logro está relacionada directamente con el locus de control interno, es decir las personas con alta motivación al logro son personas con seguridad, empuje, perseverancia y confianza  para lograr sus metas, por otra parte, las que tienen baja motivación al logro, son las personas que carecen de automotivación, personas con locus de control externo.

¿Cómo podríamos hacer que el venezolano se caracterice por tener un locus de control interno en vez del externo? A ver que se les ocurre...