27 de diciembre de 2010

III. Motivación

Parte III:

Continuando, con las reflexiones planteadas con anterioridad...

2. Motivación. 
Para comprender otra arista de lo que nos compete, abordaremos una experiencia que se llevó a cabo en el país en el año 1974, por David McClelland y su equipo, y que aún tiene vigencia. Pero antes, repasemos qué es la motivación. 
La motivación es entendida como los factores que dirigen y activan el comportamiento, esos factores pueden ser internos o externos y también responden a esas motivaciones o necesidades conocidas como primarias (Ej. sed, hambre, sueño, etc.) o secundarias (Ej. seguridad, pertenencia, logro, etc.). 
McClelland hizo mediciones sobre las motivaciones de logro, poder y afiliación (motivaciones secundarias), en 45 países y en Venezuela encontró lo siguiente: 
Fotografía: MariBel Padrón (2006). "Tenemos poder" y
 ustedes se detienen ante nuestros rituales.
  • Motivación de Logro: 0,36 (11%), 
  • Motivación de Poder: 2,04 (66%) y 
  • Motivación de Afiliación: 0,69 (26%) (Rial, 1997). 

Todo ésto nos indica que los venezolanos, con nuestra baja motivación de logro, nos caracterizamos por tener poco apego por la excelencia, poca responsabilidad individual (la culpa siempre la tiene El Otro: el Metro, los hijos, la lluvia, el jefe, los oligarcas, el imperio, etc.), le damos más importancia a las relaciones interpersonales que a las capacidades profesionales ("Yo tengo un amigo que trabaja allí, le puedo decir que te consiga algo"), dejamos al azar gran parte de nuestra existencia ("Como vaya viniendo, vamos viendo"), la actitud suele estar marcada por la subjetividad ("Todos los que conozco son..."), con frecuencia las metas las planteamos a corto plazo y no pensamos en el mediano o largo plazo (no planificamos).
En cambio, con alta motivación de poder, nuestro comportamiento se define por la necesidad de querer controlar a otros, de influenciarlos o manipularlos ("Yo comprometo mi vida en la solución del drama de la vivienda" Chávez, 23 dic. 2010), exigimos obediencia y disfrutamos con el temor o imposición que se logra sobre los otros ("Quien no está conmigo, está contra mi" Chávez, febrero 2006). 
En los resultados medios bajos de la motivación de afiliación, comprendemos que a los venezolanos les importa sentirse queridos, ser parte de un grupo y nos sentimos castigados si nos "excluyen" o "rechazan". ¿Todo esto les parece familiar? ¿A cuántos de sus "jefes" o "superiores" recordaron ahorita? ¿Qué personajes de novelas? ¿A cuáles presidentes recordaron? ¿Sólo a ese? ¿Con qué rasgo(s) se identificaron?

En nuestra próxima entrega, intercambiaré con ustedes esa característica tan particular que tenemos de responsabilizar a otro, a lo de afuera, de nuestras acciones: Locus de Control Externo, que se relaciona, a mi parecer, inversamente proporcional con la motivación de logro.

MariBel Padrón

Bibliografía Consultada:

Feldman, R. (1997). Psicología. 4ta. ed. México: McGraw-Hill.
Rial, A. (1997). La variable independiente. Caracas: Galac. 

22 de diciembre de 2010

II. Aprendizaje operante

Parte II:


Continuando con la discusión, en la entrega pasada nos preguntamos porqué nos cuesta tanto respetar unas simples leyes de tránsito. Algunos comentaron que no saben porqué si es tan simple y otros que  no se cumple porque no hay castigo (riguroso). Para entender ésto les propongo revisar algunas propuestas psicológicas, que nos permiten dar explicaciones:


1. Aprendizaje Operante. 

La teoría del aprendizaje conductual, explica que el aprendizaje se logra cuando el estímulo discriminativo (ED) genera una respuesta (Rta) en la persona que tiene una consecuencia (C). Es decir, si percibo la luz roja en el semáforo (ED), mi comportamiento deseado debería ser detenerme (ED) y esperar la luz verde estímulo indicado para cruzar. Pero para que esta conducta sea la indicada, antes tuve que aprender a ejecutarla, lo que indica que en mi niñez fui "reforzada" o "recibí premios" (C) por detenerme ante la luz roja. Usualmente estos refuerzos son frases halagadoras, gestos de cariño, etc. Con seguridad, también recibí reprimendas verbales y tal vez un buen susto, al no cumplir la norma de cruzar con luz verde. Así, se instauran las normas en general, los límites, los que van adquiriendo más complejidad en nuestra mente cuando vamos en franco desarrollo. Sin embargo, si los límites no quedaron claros en mi experiencia infantil, como adulta, difícilmente podré percibir y comprender la importancia para la vida en sociedad, por ende no tendría presente cómo puede mi comportamiento afectar al otro, lo que llamo Conciencia del otro. ¿Qué les hace pensar ésta explicación?

En la próxima entrega, sobre cómo la motivación nos ayuda a identificarnos.

MariBel Padrón

Bibliografía Consultada:

Reynolds, G. (1977). Compendio de condicionamiento operante. 2da. ed. México: Ciencia de la Conducta, S.A.

19 de diciembre de 2010

I. ¿Quiénes somos los venezolanos? Introducción

Parte I:

Me he propuesto comprender el fenómeno que ocurre en nuestro país en la actualidad (Venezuela) y para ello, aproveché varias lecturas realizadas para crear un espacio para intercambiar sobre la gran cantidad de interrogantes que he tenido. Diseñé una asignatura que denominé ¿Quiénes somos los venezolanos?, y como laboro en una institución de formación en las Artes, les propuse a mis estudiantes lo siguiente:
Durante el semestre revisaremos cuatro autores, que nos permitirán tener una aproximación a la identidad del venezolano, sus motivaciones, los arquetipos que nos identifican y la concepción de su autoestima, mientras hacemos esta revisión, ustedes buscarán trabajos plásticos de artistas venezolanos que pongan de manifiesto algunas de las características que nos definen.
De izquierda a derecha: Samantha Moreno, Verónica Alvarado, Érika Estrada, Sindy Zerpa, yo, Thaís Rodríguez y Richard Moncada. Fotografía: Cortesía de Samantha Moreno Brown (2010)

Los resultados realmente fueron muy satisfactorios, en general, los participantes leyeron y reflexionaron cada una de las lecturas asignadas y pudieron emitir sus opiniones. Las cuales estaré compartiendo con ustedes más adelante. Sin embargo, les pregunto a ustedes ¿saben cómo podemos hacer para que los venezolanos puedan cumplir normas simples como respetar un semáforo, o cruzar en las esquinas, esperar el transporte público donde corresponde, o ceder el paso? 

MariBel Padrón