Parte III:
Continuando, con las reflexiones planteadas con anterioridad...
2. Motivación.
Para comprender otra arista de lo que nos compete, abordaremos una experiencia que se llevó a cabo en el país en el año 1974, por David McClelland y su equipo, y que aún tiene vigencia. Pero antes, repasemos qué es la motivación.
La motivación es entendida como los factores que dirigen y activan el comportamiento, esos factores pueden ser internos o externos y también responden a esas motivaciones o necesidades conocidas como primarias (Ej. sed, hambre, sueño, etc.) o secundarias (Ej. seguridad, pertenencia, logro, etc.).
McClelland hizo mediciones sobre las motivaciones de logro, poder y afiliación (motivaciones secundarias), en 45 países y en Venezuela encontró lo siguiente:
Fotografía: MariBel Padrón (2006). "Tenemos poder" y ustedes se detienen ante nuestros rituales. |
- Motivación de Logro: 0,36 (11%),
- Motivación de Poder: 2,04 (66%) y
- Motivación de Afiliación: 0,69 (26%) (Rial, 1997).
Todo ésto nos indica que los venezolanos, con nuestra baja motivación de logro, nos caracterizamos por tener poco apego por la excelencia, poca responsabilidad individual (la culpa siempre la tiene El Otro: el Metro, los hijos, la lluvia, el jefe, los oligarcas, el imperio, etc.), le damos más importancia a las relaciones interpersonales que a las capacidades profesionales ("Yo tengo un amigo que trabaja allí, le puedo decir que te consiga algo"), dejamos al azar gran parte de nuestra existencia ("Como vaya viniendo, vamos viendo"), la actitud suele estar marcada por la subjetividad ("Todos los que conozco son..."), con frecuencia las metas las planteamos a corto plazo y no pensamos en el mediano o largo plazo (no planificamos).
En cambio, con alta motivación de poder, nuestro comportamiento se define por la necesidad de querer controlar a otros, de influenciarlos o manipularlos ("Yo comprometo mi vida en la solución del drama de la vivienda" Chávez, 23 dic. 2010), exigimos obediencia y disfrutamos con el temor o imposición que se logra sobre los otros ("Quien no está conmigo, está contra mi" Chávez, febrero 2006).
En los resultados medios bajos de la motivación de afiliación, comprendemos que a los venezolanos les importa sentirse queridos, ser parte de un grupo y nos sentimos castigados si nos "excluyen" o "rechazan". ¿Todo esto les parece familiar? ¿A cuántos de sus "jefes" o "superiores" recordaron ahorita? ¿Qué personajes de novelas? ¿A cuáles presidentes recordaron? ¿Sólo a ese? ¿Con qué rasgo(s) se identificaron?
En cambio, con alta motivación de poder, nuestro comportamiento se define por la necesidad de querer controlar a otros, de influenciarlos o manipularlos ("Yo comprometo mi vida en la solución del drama de la vivienda" Chávez, 23 dic. 2010), exigimos obediencia y disfrutamos con el temor o imposición que se logra sobre los otros ("Quien no está conmigo, está contra mi" Chávez, febrero 2006).
En los resultados medios bajos de la motivación de afiliación, comprendemos que a los venezolanos les importa sentirse queridos, ser parte de un grupo y nos sentimos castigados si nos "excluyen" o "rechazan". ¿Todo esto les parece familiar? ¿A cuántos de sus "jefes" o "superiores" recordaron ahorita? ¿Qué personajes de novelas? ¿A cuáles presidentes recordaron? ¿Sólo a ese? ¿Con qué rasgo(s) se identificaron?
En nuestra próxima entrega, intercambiaré con ustedes esa característica tan particular que tenemos de responsabilizar a otro, a lo de afuera, de nuestras acciones: Locus de Control Externo, que se relaciona, a mi parecer, inversamente proporcional con la motivación de logro.
MariBel Padrón
Bibliografía Consultada:
Feldman, R. (1997). Psicología. 4ta. ed. México: McGraw-Hill.
Rial, A. (1997). La variable independiente. Caracas: Galac.